domingo, 29 de noviembre de 2009

Madre mia......¡que disgusto mas grande que nos han dado!!....Con este anuncio, se pone el punto y final oficial al matrimonio de don Jaime de Marichalar y la infanta Elena, la primogénita del Rey. Todavia guardamos en la retina la imagen del dia de su boda real, el 18 de marzo de 1995, ante 1.300 invitados y representantes de 33 casas reales. Conducidos en carruaje de caballos por las calles de Sevilla, entre el fervor y cariño de los sevillanos y el olor del azahar que desprendian los naranjos en flor. Nunca se había visto tan guapa a la Infanta Elena como el día de su boda en la Catedral de Sevilla. Tan entusiasmada estaba que se le olvidó el gesto protocolario de pedir permiso a su padre antes de contraer matrimonio con el Duque de Lugo. Vestía la novia un traje diseñado por el andaluz Petro Valverde y el apuesto marido la miraba tierna y amorosamente.Tuvieron dos hijos: Felipe Juan Froilán de Todos los Santos, y Victoria Federica, que colmaron de felicidad a los abuelos Don Juan Carlos y Doña Sofia.Todo era como vivir un cuento....y vivieron felices y comieron perdices.... y comenzaron a incrementar el presupuesto a cuenta del Reino de España. Cuando la casa Real nos comunicó el "cese temporal" de su convivencia en noviembre de 2007, pensamos que se trataria de una crisis pasajera entre la pareja. Manteniamos la esperanza de una pronta recuperación y la renovación de la llama del amor entre los esposos. Ahora son varias las dudas que nos asaltan en la Redacción de la Gazetilla. Les dispensará el sacramento de la comunión, monseñor Martinez Camino, ahora que están divorciados?....quien pagará los gastos del divorcio real?.....de que trabajará don Jaime para la manutención de sus niños? .....se nos volverá a casar la infanta y tendremos los españoles que pagar otro "bodorrio real" y mantener mas amancebados?
Y para disgusto gordo, el de la familia real de Dubai , bancos internacionales, arquitectos e inversionistas que habian decidido elevar en medio del desierto una ciudad de cuento de las mil y una noches. Una burbuja inmobiliaria a punto de estallar, con los precios aumentando día a día, impulsados por una especulación rampante.Además, todo financiado con dinero prestado. Nadie preguntó cómo iban a pagarse esas deudas, o si era posible pagarlas. Un viejo proverbio árabe asegura que "el pájaro que vuela demasiado alto está destinado a caer". ¡De este cuento de fantasía, ladrillos y cemento, si que sabemos los españoles!!!!
Fernando Marin (Director de la Gazetilla y candidato en practicas a "braguetazo regio")

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